Pedro CanchéBBC . Ultima hora
En un resultado sorpresivo, los votantes colombianos rechazaron este domingo en un plebiscito convocado por el gobierno, el acuerdo de paz alcanzado con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Con el 99% de las mesas de votación y el 37% de la votación escrutada en el plebiscito, las autoridades indican que 49,7% de los votantes hasta ahora contabilizados optaron por el Sí, mientras que el 50,2% lo hicieron por el no.
Los resultados contrastan con encuestas que en semanas anteriores habían augurado una cómoda ventaja para el Sí.
Un proceso de paz en el limbo
Con la derrota del plebiscito convocado por el gobierno se abre un gran margen de incertidumbre sobre la suerte del proceso de paz.
Juan Manuel SantosImage copyrightAFP
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El presidente Juan Manuel Santos había comprometido gran parte de su capital político en el proceso de paz.
Este contempla la transformación de las FARC en un partido político.
¿Por qué empezó y qué pasó en la guerra de más de 50 años que desangró a Colombia?
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos emprendió negociaciones formales con las FARC a partir de 2012.
Santos y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño («Timochenko») firmaron en la ciudad colombiana de Cartagena el pasado 26 de septiembre un acuerdo de paz con el que esperan poner fin a un conflicto armado que comenzó en 1964.
Guerrilleros de las FARCImage copyrightGETTY IMAGES
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Hay incertidumbre sobre qué pasará con el proceso de paz.
Para tener validez, el acuerdo debía entonces someterse a votación popular, y obtener el respaldo de la mayoría de los votantes y de al menos el 13% del total de colombianos habilitados para votar, una suma cercana a los 4,5 millones de personas.
Qué votan exactamente los colombianos en el «plebiscito por la paz» de este domingo
Algunos voceros de las FARC habían anunciado que no estarían dispuestos a una renegociación del tratado de paz en caso de ser éste rechazado en la elección.
El presidente Juan Manuel Santos también había advertido que no había un «plan B» para el proceso de paz en caso de resultar rechazado en el plebiscito.
