Por Enrique Huerta
Fermín Cortés Burgos, encargado de dirigir la cárcel de Cancún, advirtió al próximo gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, que este penal es una bomba de tiempo a estallar sino se atienden sus carencias.
“La cárcel de Cancún está mal planeada, mal organizada, con construcciones a medias, instalaciones deterioradas, personal contratado como vigilante haciendo funciones y que no han cobrado casi 15 quincenas y que viven aquí en el penal, en condiciones laborales que no me parecen, pero no está en mis manos solucionarles porque no manejo recursos”.
-¿Este penal puede echar a perder la imagen del gobernador entrante?
-Si no se ponen las pilas con este penal, de hacerle las adecuaciones, los operativos, la planeación y el traslado que se tienen que hacer para contenerlo, este penal va a ser un problema grave para cualquier administración. Yo la única solución viable que veo, es un penal nuevo, éste ya es inadecuado.
Detalló que un punto a considerar es que la cárcel de Cancún está construida para albergar 900 reos, pero hay mil 900. Esto es un riesgo si se compara con el número de guardias que se tienen, que son alrededor de 60 en total, divididos en grupos de dos por turnos de 24 por 24, cuando la mínima internacional de la ONU para el sistema penitenciario es uno por cada 10 interno, es decir, se necesitan 190 custodios.
Además, el personal que labora ahí también tiene grandes deficiencias, detalla Cortés Burgos.
“Este penal es compartido, la mitad de la base de custodios es municipal y la otra mitad es estatal y hay conflicto por la leve diferencia salarial que hay entre ellos, por la antigüedad también, lo más antiguos son los municipales. Es más, hay agentes municipales que tienen 25 o 30 años de servicio y que ya no están aptos para esto y los siguen teniendo aquí. Tengo señores de la tercera edad que nomás están sentaditos durmiéndose, no los ponemos a hacer servicio, pero son plazas que necesitamos y ni os pensionan ni les dan salida de acá.
“Como esto ya está denominado Cereso, lo que tendrían que hacer es incorporar a los policías municipales a sus labores en el municipio y abrir esas plazas para policías estatales, porque hacen falta custodios, pues con los que tenemos no cubrimos ni la mitad de lo que tenemos que cubrir”.
Dice que ante los riesgos de inseguridad, les recomendó a los custodios vigilantes a no intervenir en ninguna riña o motín.
“Si ven algún incidente, se me van para afuera. Porque ellos no tienen ningún seguro de vida que los cubra, ni cuentan con servicio médico.Yo no me puedo responsabilizar de perder una vida o de que sufran una lesión grave o permanente por la irresponsabilidad de tenerlos trabajando dentro del penal”
Por eso, explicó, los que entran al penal cuando hay un evento violento de ese tipo son los policías municipales, estatales, judiciales; el Ejército sólo resguarda el perímetro o entra a hacer labores de rescate a petición del gobernador.
-Entonces si hay un motín lo único que hacen es…
-Gritar auxilio y que vengan todos. No puedo arriesgar al personal.
-¿Cómo se puede mejorar esta cárcel ahora con el nuevo gobierno?
-Solución hay, lo que pasa es que aquí la sobrepoblación es muy grande y el margen de traslado es mínimo, los únicos internos que son posibles de trasladar, salvo que estén amparados, son los federales, que no nos competen directamente a nosotros, pero los salvaguardamos por los acuerdos que hay con la Federación, pero el volumen de federales es mínimo, el desahogo sería mínimo.
Por ello, instó al gobernador Carlos Joaquín a hacer las gestiones necesarias con la Federación para trasladar a los reos federales -que se calcula que hay entre 50 y 60- de la cárcel de Cancún a prisiones de máxima seguridad.
Cortés recordó que la precariedad de la cárcel de Cancún no es nueva, que lleva muchos años así.
“Yo hice un recorrido cuando asumí el penal y las condiciones se me hacen extremadamente inseguras. Bueno, hasta el general Villa (exsecretario de Seguridad Pública estatal) cuando estuvo aquí, fue sincero y me lo dijo después de entregarme la dirección fue: ‘Aquí te dejo en tu penal, sentado en un barril de pólvora, con la mecha de este tamaño. Ahí te ves’. Y tiene razón”.
La solución, otra cárcel
Ante la delicada situación de la cárcel de Cancún, su encargado, Fermín Cortés Burgos, recomendó que lo mejor sería construir una cárcel nueva.
“Es urgente que construyan el otro reclusorio, adecuado para sustentar la capacidad, pero tomando en cuenta la estadística criminal creciente que hay en esta zona. Tienen que construir un penal modular, con la base de 2 mil internos que podamos tener, con miras a que podamos crecer, como el de Cozumel, que se puede ampliar”.
Recordó que el gobierno estatal presentó una propuesta para edificar una nueva cárcel, incluso pidió un presupuesto de más de 2 mil millones de pesos, pero se canceló el proyecto.
“Eso pasó porque ellos no presionaron”, consideró.
Fermín Cortés Burgos, quien estuvo dos meses al frente de la cárcel de Cancún en 2013, señaló que hay poco margen de maniobra en el actual Cereso de la ciudad.
“A este penal, lo único que podemos hacer es irle tapando los baches, es todo, porque el problema sigue creciendo, necesitan que se pongan las pilas porque va a generar un problema más grande. En estas condiciones es un riesgo inminente, este penal puede echarle a perder su imagen a quien venga de Seguridad Pública”.