Los chetumaleños no quieren a los mismos corruptos de siempre en el gobierno. Ojo, Carlos Joaquín
A medida que se acerca el día de la asunción del nuevo gobierno estatal crece el nerviosismo, sobre todo en Chetumal. Hay mucha esperanza y…mucha preocupación. En las redes se desbordan los libelos y los comentarios que, ciertos o no, reflejan una realidad: la gente teme la permanencia de personajes y de familias depredadores tradicionales del presupuesto. Todo mundo sabe que además de la propia, varias tribus chetumaleñas fueron tolerada e impulsadas por los últimos gobernantes estatales, quienes llegaron pidiendo aceptación de parte de la sociedad chetumaleña e iniciaron creyendo que las lacras que todo mundo conoce eran representativas y que lo suyo era aceptación. Pronto se dieron cuenta que era vasallaje y todo se recrudeció; a los vasallos no hay qué preguntarles nada, ni mostrarles respeto. Y acabaron aplicándole el modelito a todos, indiscriminadamente. Y como diría Fouché, peor que una injusticia eso fue un error monumental; Tanto que les terminó costando la expulsión del gobierno, ya que lejos de recibir ayuda de sus lacayos recibieron de ellos lo único que tienen y saben hacer: tirarse al ocio, traicionar y lamer botas o lo que sea necesario. Ojalá que estos temores sean infundados por el bien de todos, y que estas lacras pasen de una vez y para siempre a formar parte de la historia negra de Quintana Roo; y tan o más importante que librarnos de está casta de lame botas profesionales, es que no sea sustituida por otra. Los Othonenses del cupo y la ciudad votaron y defendieron el voto para expulsar a los sátrapas y su caterva, lograr el cambio y oportunidades para todos, no para cambiar de zanganos.
La lista de los apellidos «ilustres» de esos zánganos es muy larga. Puede iniciar con los Villanueva Chan, con Lilian «milicha», la repudiada miss de Cultura que se robó todo lo que pudo; Eduardo Ovando y sus juniors, que salieron francamente inútiles para la administración pública pero ahí anda una de subsecretaria en Sedesi y otro en Derechos Humanos; Javier Díaz Carvajal y sus vástagos, este conocido coloquialmente como «jabón» lleva más de 30 años colgado de la ubre pública sin ningún resultado para la comunidad; los Aguilar Laguardia, con Raúl (el depredador ex director general de Administración de Sesa y ahora presidente de la Cojudeq) y su hermano Mario, magistrado y marido de la miss de Cultura; las Loría Cecilia y Norma, aunque la más nociva ha sido Cecilia, extitular de Seyc y permanente operadora de campañas del PRI, aunque ella fue humillada y derrotada cuando Joaquín Hendricks la impuso como candidata a diputada.
Claro, los Flota Alcocer, los Alamilla Villanueva Luis y Alejandro, los Bermúdez Montufar, los Castilla y los Madrid… En fin, la lista es muy larga. Si CarlosJoaquín quiere saber quiénes son nomás que revise la lista de los habitantes de Andara, de donde ahora también él es vecino. Y también que revise el fraccionamiento Cumbres.
La mula no era arisca, los palos la hicieron!
Efectivamente. El pueblo esta hastiado de esos tristemente celebres personajes y de otros mas que engrosan la lista de los indeseables en el gobierno que entra y el los del futuro. Existen personas verdaderamente capaces; preparados; honestos en toda extension de la palabra, que no falsifican documentos universitarios y se conducen con valores morales. Estos si merecen una oportunidad. Los otros ya demostraron su vileza y tenerlos de nuevo dentro , pondria en tela de juicio al contador carlos joaquin y a su nueva administracion.
Faltaron los Ortiz Yeladaqui, Castilla Madrid, Coral Castilla, Alonso Alcocer etc etc