Todas las butacas rojas están llenas. Es el Quinto Informe de Borge. Los presentes no son los borregos que aplauden. Y el escenario no es el recinto del besa manos. Es el Congreso donde llegó la oposición al poder y se hizo de la Gran Comisión. Pero no fue esto lo que acobarda a Borge. Le tiene miedo al pueblo…como esos que revientan el Congreso. -La bancada del PRI no seremos intransigentes, como piensan, tenemos que sumarnos a la sociedad, dice un Raymundo King con un discurso que nadie lo cree. Por Pedro Canche y Enrique Huerta. El olor manzana con canela que inundaba el salón de sesiones no fue suficiente para contener el coraje de los asistentes al Congreso de Quintana Roo, quienes buscaban recriminar al gobernador Roberto Borge en su último informe de gobierno.
La gente comenzó a llegar al recinto, a ocupar sus asientos para poder despedir al último mandatario priista con reclamos y rechiflas.
Previo a la sesión, los diputados priistas Alberto Vado, Leslie Hendricks y Raymundo King, todos con cara de pocos amigos. Se dirigieron juntos a la oficina de su coordinador parlamentario.
Al salón de plenos llegaron directamente José Esquivel, presidente de la Mesa Directiva, a quien un asesor le explicó el protocolo. Luego arribaron Mayuli Martínez, Juan Pereyra y Laura Beristain.
Mientes llegaban los legisladores locales, la gente hacía lo mismo hasta que empezó la sesión, diez minutos tarde de lo programado. La secretaria de la Mesa Directiva del Congreso estatal pasó lista de asistencia. Como en anteriores sesiones faltó la priista Elda Candelaria Achach, quien sigue enferma de gastroenteritis, y el coordinador de la fracción Verde, José de la Peña, quien justificó su falta por actividades propias de su cargo. Es decir, la alianza PRI-PVEM perdió fuerza en esta sesión. Pues si falta Roberto Borge, pues José de la Peña también. No faltaba más.