Trampa a Carlos Joaquín. Secuestran los mandos superiores y medios
No quieren renunciar muchos ladrones de la administración pública estatal saliente
Lo habitual. La costumbre. Las prácticas de siempre en la administración pública estatal y municipal es que antes de la conclusión de un período sexenal o municipal todos los funcionarios públicos de director hacia arriba presentan su renuncia. Es compromiso conocido por el que se va y por el que llega. El que ya recibió la oportunidad de estar, de ejercer una responsabilidad pública, de cobrar un sueldo con recursos del erario sabe que debe dejar el espacio para el que llega. El gobernador entrante da la oportunidad y cuando se va debe dejar desocupados los espacios, todos, para el que llega. Así dicta una norma no escrita pero acatada y entendida más que si estuviera labrada en piedra. Nadie la ignora. Todos la respetan.
Por éso, porque todos la conocen, ahora llama la atención que muchos se hagan ignorantes, neófitos, ajenos a la costumbre, o que, dicho de modo popular, se hagan pendejos y quieran pedir, exigir, conservar derechos que no tienen.
Se menciona lo anterior porque a estas alturas, al cuarto para las doce, cuando está a punto de terminar el período estatal y los periodos municipales en Quintana Roo, los «funcionarios públicos» de «nivel» no han presentado sus respectivas renuncias. Se están haciendo pendejos, están estirando la cuerda inútilmente. Quieren que sea el nuevo gobernador quien les pida la renuncia. E incluso que los indemnice, los finiquite o liquide.
Repetimos: lo habitual es que a estas alturas el gobernador y los presidentes municipales salientes ya le hubieran pedido la renuncia a todos sus colaboradores, para dejar espacio a los nuevos equipos. Ahora no es así.
No es así porque quieren tenderle una trampa al gobernador electo Carlos Joaquín González y a los presidentes municipales electos contrarios a los salientes. Quieren que sean Carlos Joaquín, Luis Torres en OPB, Cristina Torres en Solidaridad y Perla Tun en Cozumel sean quienes pidan la renuncia a los funcionarios salientes y entonces puedan ser sujetos de denuncia por despido injustificado. Tramposos. Retorcidos. Malvados.
No se saldrán con la suya esos cleptómanos, atracadores del erario de los quintanarroenses. Si acaso harán más largo y tedioso el proceso de cambio en Quintana Roo, pues los nuevos gobiernos estatal y municipales tendrán que fincar responsabilidades legales a cada funcionario bandido saliente para poder despedirlo y obligarlo a devolver lo atracado o mandarlo a la cárcel. Y por tanto poder nombrar a quienes tendrán que dar resultados y servir a Quintana Roo.
La sociedad civil quintanarroense señalará a cada uno y a todos ésos delincuentes que quieren trampear a las nuevas autoridades. Son atracadores del erario. No entendieron que el tiempo ya cambió, que ya no podrán seguir ofendiendo y robando a los quintanarroenses…
Que chinguen a su madre, por ley lo unico que tienen que hacer es presentar surenuncia y sanse acabo. Pero si creen que estan por encima de la ley.ni pex diria rex tenemos nuevos diputados pues no se trata de hacer leyes al vapor como la botarga, pero se podria proponer que los que pidan finiquito no vuelvan hacer funcionarios en 20 años.